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MONUMENTOS RELIGIOSOS EN GROCIN

Domina el caserío del lugar la Parroquia de San Martín, de origen medieval, aunque profundamente transformada en el siglo XVII cuando se le confirió un aspecto barroco. El espacio de la nave corresponde al templo primitivo que, unido a las reformas, da una planta con nave de cuatro tramos, capillas abiertas al crucero y cabecera poligonal, todo ello cubierto por bóveda de medio cañón con lunetos.

En la torre, emplazada a los pies, también se aprovechan estructuras medievales, reformadas al igual que la iglesia en el siglo XVII. De los tres retablos que adornan la parroquia el de San Veremundo es el más antiguo, fechándose a comienzos del siglo XVII. Preside su traza manierista la talla de San Vermundo, de aceptable calidad en relación con los Imberto.

Completa la iconografía una serie de pinturas sobre tablas contemporánesas del retablo. El resto de los retablos son barrocos del siglo XVIII, el del Santo Cristo en relación con la obra de Juan Angel Nagusia, mientras que el mayor, mas avanzado, esplenamente rococó. Las piezas de plata son tardías, con todo merece atención un cáliz de comienzos del siglo XIX y estilo Tolsa, con los punzones de Méjico, ROCA y FCDA, que corresponde al platero Antonio Forcada y la Plaza.

Cercana a la población se sitúa la Ermita de Santa María Magdalena, una sencilla construcción de origen medieval de la que únicamente se conserva la cabecera rectangular con contrafuertes, posteriormente se transformó con una nave rectangular. La talla de la titular pertenece al segundo tercio del siglo XVI, con el expresivismo propio del momento, desmereciendo algo por la desacertada policromía moderna.